Restaurante Río Caldo

Restaurante Río Caldo

Si estás buscando una experiencia gastronómica en Lobios, el Restaurante Río Caldo es un lugar que no deberías dejar pasar. Localizado en OR-312, 5, este acogedor rincón se destaca por su variedad de platos, aunque la experiencia puede ser algo desigual. En nuestra ultima visita, decidimos probar unas hamburguesas que llegaron un poco crudas, acompañadas de arroz que sabía a piedras recolectadas en el río, y unas salchichas que estaban más saladas de lo esperado. Lo único que realmente nos salvó fueron las patatas, crujientes y bien logradas.

Por otro lado, el cachopo que pedimos resultó ser más un cachopin, con un precio que no correspondía a lo que recibimos. A pesar de estos tropiezos, la esencia del restaurante está en sus raíces y su ambiente, rodeado de naturaleza en el parque natural da Baixa-Limia Serra do Xurés. Con espacio para 105 comensales entre el comedor y la terraza, y un menú que abarca desde tapas hasta platos combinados, Río Caldo tiene su encanto, así que si te animas a probarlo, tal vez encuentres algo que te encante.

Restaurante Río Caldo

Restaurante
4,3
760Reseñas
Fotos
OR-312, 5, 32895 Lobios, Province of Ourense
988 44 82 58

Mapa Ubicación Restaurante Río Caldo

Dónde se encuentra el Restaurante Río Caldo

¡Hola, amigos! Quiero hablarles sobre mi reciente experiencia en el Restaurante Río Caldo. Este lugar está en OR-312, 5, 32895 Lobios, en la provincia de Ourense, y la verdad, no puedo dejar de recomendarlo. ¡Ya me gustaría que ustedes lo probaran! En nuestras visitas, nos hemos dado cuenta de que ¡todo está buenísimo! La comida es fresca y variada, y eso siempre se agradece, ¿verdad?

La primera vez que estuve allí, nos tocó una mesa en la terraza y la pasamos de maravilla. Pedimos una ensalada de la casa con queso de cabra que estaba espectacular. Después, unos chipirones a la plancha que me dejaron con ganas de más, y un codillo que estaba en su punto justo, acompañado de patatas fritas caseras y arroz. Y para terminar, no podía faltar un delicioso mousse de limón casero. En total, unos 35€ por persona, incluyendo vino y agua. ¡Un precio bastante justo para lo que se ofrece!

Y si te preguntas sobre el servicio, te diré que es ágil y atento, especialmente si no hay mucha gente. De hecho, como tip, es mejor reservar mesa para asegurarte de tener buen lugar. En cuanto al ambiente, ¡es ideal! Además, hay una buena cantidad de plazas de aparcamiento gratuitas alrededor, aunque algo difícil de encontrar en la época de más afluencia, así que mejor llegar un poco antes.

Si quieres saber más, especialmente del pulpo a feira que nos recomendaron y que ¡no decepciona!, ¡no dudes en darte una vuelta por este genial restaurante! En resumen, el Restaurante Río Caldo está ahí, en OR-312, 5, Lobios, y es un lugar que realmente vale la pena visitar. ¡No te arrepentirás! ️✨

Cuál es la dirección exacta del restaurante

Y bueno, si estás buscando un lugar para comer cerca de las termas, definitivamente *Restaurante Río Caldo* es una opción que no te puedes perder. Cinco estrellas merecidas, ¡sin duda! A pesar de ser una parada turística, lo que te ofrecen aquí es comida de 10 en cantidad, calidad y precio. De verdad, ***100% recomendable***. Si eres fan de la brasa, este es tu sitio: son súper rápidos y la comida llega humeante a la mesa en un abrir y cerrar de ojos.

La amabilidad y eficacia de la camarera y su compañera son dignas de destacar. Te atenderán con una sonrisa y te harán sentir como en casa. Además, son muy profesionales; cuando se trata de servicio, no hay nada que reprocharles. Hablando de la comida, asegúrate de probar las croquetas y el cachopo—te dejarán con ganas de más. También no te olvides de la ensalada mixta y la parrillada de carne, ¡deliciosos!

El ambiente es muy agradable y, aunque pueda parecer más complicado aparcar en fin de semana, entre semana puedes encontrar aparcamientos gratuitos fácilmente cerca del restaurante. Normalmente hay espacio tanto en la carretera frente al local como en el lateral, junto a las casas. Así que no te preocupes por el coche. Y, si decides comer dentro, el aire acondicionado es un alivio en esos días calurosos.

Si te preguntas dónde exactamente se encuentra el Restaurante Río Caldo, la dirección es OR-312, 5, 32895 Lobios, en la provincia de Ourense. Así que ya sabes, si te encuentras por la zona, no dudes en hacer una parada aquí. ¡No te arrepentirás!

Es recomendable visitar el Restaurante Río Caldo

Y bueno, antes de seguir te cuento que el Restaurante Río Caldo se ha convertido en uno de esos lugares que no te puedes perder si estás cerca de Lobios. Esa combinación de buena comida y raciones abundantes por un precio razonable hace que valga la pena. El pulpo a la brasa es una auténtica joya, y si te animas, las empanadas que preparan por encargo son una delicia total. La mejor parte es que dejas el estómago bien lleno sin que se te dispare la cuenta, con un promedio de 20-30 € por persona.

Un detalle que me encanta es lo acogedor que es este sitio. Está justo al lado de la carretera, pero la terraza bajo la vegetación te hace sentir como si estuvieras en otro mundo, disfrutando del aire fresco. Y te prometo que no solo es el paisaje el que te hace sonreír, el servicio es excelente. Manolo, el encargado, realmente ofrece una atención personalizada que te hace sentir como en casa. Y ni hablar de la calidad de la comida, ¡todo está delicioso! Desde los chipirones hasta el chuletón, es de esas experiencias que de verdad se disfrutan.

Después de una buena cena, podrías dar un paseo al río natural con aguas termales, que queda a menos de cinco minutos a pie. Así que te comes un buen plato de la carta y terminas con un paseo relajante, ¿no suena genial? Y si optas por las croquetas o la mousse de limón de postre, pues ya has logrado el combo completo de satisfacción.

Ahora, sobre si recomendaría visitar el Restaurante Río Caldo, la verdad es que las opiniones son bastante positivas. Claro, hay quienes han tenido malas experiencias, pero la mayoría destaca el buen servicio, la comida sabrosa y el ambiente acogedor. Si buscas una buena cena en un lugar agradable, ¡no dudes en darte una vuelta por allí!

Es algo común

Y para serte sincero, el Restaurante Río Caldo ha sido una grata sorpresa en muchos aspectos. La comida es de altísima calidad y el trato por parte de Manuel y su equipo es, simplemente, impecable. Desde que pones un pie en el lugar, te hacen sentir como en casa. Me encanta que el menú tiene una buena selección de platos típicos de la zona, y si puedes, no te pierdas los huevos con patatas, jamón y chorizo. ¡Una maravilla!

Sin embargo, también he escuchado a algunos amigos que fueron y no les convenció tanto. La terraza es agradable, pero el servicio puede ser un caos a veces, con los platos llegando de manera desorganizada. Eso sí, hay que decir que los precios son algo elevados, especialmente teniendo en cuenta las raciones que, en ocasiones, dejan un poco que desear. Si esperas un tamaño generoso en cada plato, puede que salgas decepcionado. Solo los chipirones parecen haber dejado huella entre los que probaron ese menú.

Lo curioso es que, a pesar de las opiniones variadas sobre los precios y las raciones, a muchos les sigue encantando volver. La carne a la brasa es la especialidad de la casa, y lo que he oído es que las parrilladas son verdaderamente para repetir un par de veces más. Así que es un imán para quienes buscan un buen almuerzo después de una jornada explorando el paisaje. Creo que ese lugar se ha ganado su reputación, aunque no todos tengan la misma experiencia. ¿Es esto algo común? Definitivamente, sí. La calidad de la comida y el servicio puede variar de una visita a otra, y eso es parte del encanto y la expectación de conocer nuevos restaurantes. Pero sin duda, si buscáis una buena parada tras un día activo, el Río Caldo sigue siendo una parada obligatoria.

Qué opinas sobre las patatas que se sirven en el restaurante

Y ya que hablamos de Restaurante Río Caldo, tengo que mencionar lo impresionante que están sus platos abundantes. Si te digo que el pulpo está muy bueno, no exagero. Además, los huevos rotos son de los que te dejan con ganas de más. Vamos, que es de esos lugares donde no solo comes, sino que te llenas a lo grande. Y hablando de llenarte, ¡las raciones son generosas! Tienen esa fama por algo, ¿no crees?

La atención es otro de esos puntos a favor. He escuchado que la gente está encantada con el trato que reciben. Desde los camareros hasta el dueño, son súper atentos y amables. Tal vez eso te parezca normal, pero en tantos sitios se ha perdido esa cercanía que hace que comer sea más que solo llenar la barriga. La comida local está bien tratada, y eso se nota en cada bocado. La verdad, si vuelves a pasar por aquí, ¡asegúrate de reservar con tiempo! No querrás repetir la experiencia de ir y encontrar todo lleno, aunque aun así sé que la gente se las ingenia para hacerte un huequito.

Pero, como en todos lados, hay de todo. Me llegó alguna que otra crítica negativa. Un par de personas se llevaron una mala experiencia, como esa vez que les sirvieron albóndigas de lata frías cuando esperaban algo más fresco. Imagina pagar 12 euros por eso. Fue el clásico caso de aprovecharse al ser el primer restaurante al lado de la frontera con Portugal. Sin embargo, no dejes que una mala experiencia te quite las ganas de probar lo bueno.

De lo que más se habla es de las pataniscas de bacalao, que según unos amigos, están de muerte. Y en cuanto a las patatas, he oído que son riquísimas, especialmente en esas raciones abundantes. Así que dale una oportunidad a esas patatas; podrían ser la guinda de una comida increíble. ¡No te arrepentirás! Sin duda, este lugar tiene sus altibajos, pero si te da la oportunidad de disfrutar de una buena comida, ¿por qué no aprovechar? ¡Te prometo que te lo pasarás genial!

El precio del cachopo corresponde a la calidad que se recibe

Y ya que estamos hablando del Restaurante Río Caldo, no puedo dejar de mencionar la experiencia que tuve la última vez que fui. Pedí un plato combinado de escalopa de pollo con patatas, arroz y ensalada, y la verdad es que me llevé una decepción. Las patatas estaban congeladas y ultra saladas, el arroz frío y duro y, para rematar, a la escalopa le salía un líquido blanco que no sabía a nada bueno. Por si fuera poco, el rebozado era más grueso que la propia loncha de pollo. Y eh, ¡me cobraron por el pan! Antes lo hacían a 50 céntimos, ¡pero ahora vale un euro! Esta vez no salió nada bueno, pero al menos el sitio sigue bonito.

En cambio, tengo que decir que en otra ocasión, la experiencia fue completamente diferente. La comida estaba de 10 y a un precio razonable. Disfrutamos de una comida bajo la sombra de la terraza en un día caluroso, ¡estaba genial! Justo al lado del río Caldo, donde te puedes dar un bañito refrescante después de comer. ¡El agua de la pila termal está a 41°C! Después, nos dimos un festín con su pulpo a la brasa, unas croquetas exquisitas y, sin duda, la tarta de queso es de otro mundo. La verdad, el servicio fue excelente y el ambiente, muy acogedor.

No puedo olvidarme de la paella que pedimos entre amigos, ¡estaba deliciosa! Perfecta para compartir, y como siempre, los camareros fueron muy amables. La verdad es que el lugar siempre está bastante alegre, y el ambiente hace que la comida sea aún mejor. Además, aparcar es un lujo porque hay muchas plazas disponibles.

En cuanto al cachopo, bueno, ¡la calidad sí que corresponde al precio! Aunque las críticas sobre otros platillos sean diversas, la mayoría de la gente coincide en que las raciones son abundantes y el servicio es excelente. Si te animas a pedir uno, puedes estar seguro de que no te vas a quedar con hambre y, al final, ¡saldrás contento! Así que, en resumen: ciertos platos podrían mejorar, pero hay otros que son pura delicia, ¡y vale la pena arriesgarse!

Qué capacidad tiene el restaurante en términos de comensales

Y ya que estamos, no puedo dejar de hablar de mi experiencia en el Restaurante Río Caldo. La verdad, es un sitio que sorprende, sobre todo por el ambiente tan acogedor que tiene. A pesar de lo que se dice sobre algunos restaurantes, este lugar realmente tiene ese toque muy casero. El dueño es un auténtico personaje, muy colchonero, ¡si no lo conoces, deberías! Nos pasamos la cena charlando, y contigo al lado, cualquier conversación se vuelve interesante. Además, el detalle de invitarnos a un par de xupitos XXL al final fue la guinda del pastel. ¡Menos mal que tenía la estómago preparado!

En cuanto a la comida, puedo decirte que las zamburiñas y los gambones son de otro mundo. Se nota que está todo bien hecho, con cariño y calidad. La única pega es que los precios pueden ser un poco más altos de lo que esperábamos, entre 30-40€ por persona. Pero si lo que buscas es una cena rica y un buen rato, la calidad de la comida y el servicio hacen que merezca la pena, al menos para mí.

Ahora, no todo es perfecto. Hubo una vez que decidí probar unos chipirones y, sinceramente, fueron una decepción. Eran fríos, crudos y un poco sosa, lo que no esperas pagar unos 15€ por solo 10 chipirones. No sé qué pasó esa noche, pero el pollo que pedí estaba medio hecho y las verduras no ayudaron en nada, así que no creo que repita esa experiencia.

Por cierto, si estás pensando en llevar a un grupo grande, el Restaurante Río Caldo tiene una capacidad razonable. En general, puede acomodar a un buen número de comensales, aunque no es un gigante como otros lugares. Tal vez ideal para unas 30-40 personas, así que podrías juntar a tu familia o amigos para una cena memorable. En resumen, es un sitio que da de qué hablar. ¡Espero que te animes a visitarlo!

Fotografías Restaurante Río Caldo

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