
La Parrilla de San Lorenzo es *el lugar* en Valladolid si buscas disfrutar del auténtico lechazo de Castilla y León. Este manjar, que cuenta con el sello I.G.P que asegura su calidad, se prepara a fuego lento en un horno de leña, dándole un sabor que es simplemente irresistible. Ubicado en los bajos del Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, este restaurante ha sido un emblema de la gastronomía vallisoletana desde su apertura en 1988, así que imagínate la experiencia que tienen en su cocina.
No solo el lechazo es destacado aquí; hay toda una oferta gastronómica de productos castellanos, con carnes y platos caseros que te dejarán pensando en la próxima visita. Además, los precios son muy razonables para la calidad que se ofrece, y con más de 8000 reseñas que le otorgan una excelente calificación, ya sea que busques una comida extraordinaria o un buen postre, aquí seguro salirás con una sonrisa. No olvides reservar con antelación para garantizar tu mesa y disfrutar de una experiencia culinaria inolvidable.
Horarios La Parrilla De San Lorenzo
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | Cerrado |
| martes | 13:30–16:00 |
| miércoles | 13:30–16:00, 21:00–23:00 |
| jueves | 13:30–16:00, 21:00–23:00 |
| viernes | 13:30–16:00, 21:00–23:00 |
| sábado | 13:30–16:00, 21:00–23:00 |
| domingo | 13:30–16:00 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación La Parrilla De San Lorenzo
Qué es La Parrilla de San Lorenzo
¡Hola a todos! Si alguna vez andan por Valladolid, tienen que hacer una parada en La Parrilla De San Lorenzo. En serio, ¡es una joyita escondida! Este restaurante está en el Convento San Lorenzo, en C. de Pedro Niño, 1, BAJO. Apenas entras, te envuelve un aroma de horno que te anticipa lo increíble que va a ser la comida. El ambiente es acogedor y, en cierto modo, mágico, como si estuvieras comiendo en un castillo. La decoración clásica y el trato del personal, especialmente del chef, hacen que te sientas como en casa, pero a la vez en un lugar especial.
La comida... ¡madre mía! Todo lo que probamos fue una delicia. El lechazo asado es una auténtica maravilla, se deshacía en la boca. También probamos las almejas a la marinera que estaban frescas y súper bien elaboradas. ¡Ah! Y el revuelto, ni se diga, ¡riquísimo! Y no podemos olvidar los entrantes: el carpaccio de cecina y bacalao fue un combo que nunca olvidaré. De postre, tienen una cosa que no pueden dejar de probar: la tarta de las monjas. Estoy convencido de que si hubiera tenido un poco más de espacio en el estómago, ¡hubiera pedido otra!
Además, el servicio es de 5 estrellas. Los camareros son muy atentos, te hacen sentir bienvenido en todo momento. Aunque un detalle a destacar: esperaba unos torreznos en forma de taquitos y eran en rodajas. Pero, sinceramente, estaban igual de buenos, así que no hay queja. Para rematar la experiencia, el arroz con leche fue una manera perfecta de concluir la cena. Volveremos seguro, ¡no hay dudas!
Entonces, ¿qué es La Parrilla De San Lorenzo? Es un maravilloso asador en Valladolid, situado dentro de un convento con un ambiente insuperable. Con platos como el lechazo asado, las almejas a la marinera, y postres como la famosa tarta de las monjas, este lugar es un destino gastronómico que no se pueden perder. Si están buscando un sitio especial para celebrar cualquier cosa o simplemente disfrutar de buena comida en un entorno único, este es el lugar. ¡Nos vemos allí!
Dónde se encuentra ubicado el restaurante
La Parrilla De San Lorenzo es un lugar que, sinceramente, no puedes dejar de visitar si estás por Valladolid. Hoy estuve en un local lleno de historia y tengo que decir que la atención fue de primera. La verdad es que hubo un montón de movimiento y estrés, pero una chica llamada Mónica me dejó impresionado. Aunque creo que lleva poco tiempo allí, la forma en que se esforzó por mantener su sonrisa y ser cercana a todos los clientes es algo que se nota y se agradece. Ya no se ve mucho de eso, así que ¡bravo por ella!
Y qué decir de la comida, especialmente del lechazo al horno con guarnición de patatas y pimientos. Esa carne estaba en su punto, ¡una auténtica delicia! De verdad, disfruté cada bocado. El ambiente del lugar también contribuye a la experiencia, con un encanto que solo un sitio con historia puede ofrecer. El sitio tenía un aire acogedor que lo hace perfecto para una comida en buena compañía. Pese a que los postres no me dejaron boquiabierto, estaban bien, pero no eran el plato estrella del día.
Si vas con peques, no te preocupes, el lugar es muy accesible y tiene un acceso adaptado para sillas de ruedas. Y si pensabas en cómo aparcar, hay un parking Isabel la Católica a solo 140 metros, un paseo de nada. Así que no hay excusas, ¡reserva ya por la web! El ambiente es realmente animado, casi siempre está a tope, incluso entre semana. Y para que no se te olvide, La Parrilla de San Lorenzo se encuentra en Convento San Lorenzo, C. de Pedro Niño, 1, BAJO, 47001 Valladolid. Definitivamente volveré.
Qué tipo de comida ofrecen en La Parrilla de San Lorenzo
Y si no has estado en La Parrilla De San Lorenzo, ya te estás perdiendo de una joyita. ¡En serio! El sitio es absolutamente impresionante. Estás comiendo en los bajos de un antiguo monasterio, y la decoración es casi de museo. Imagínate estar rodeado de murales y obras de arte genuinas, porque no son solo decorados, son originales. Al entrar, sientes que te transportas a la época medieval, como si cenaras en un castillo, y cada rincón de este lugar tiene su propia historia que contar.
La comida, por supuesto, es de otro nivel. Aquellos chuletones de los que hablé, ¡uf! Son de aúpa, y si eres fan de la carne a la parrilla, aquí vas a estar en tu salsa. No te olvides de probar el lechazo asado; es uno de los platos más recomendados. También debes darte un capricho con sus torreznos y la tarta de las Monjas, que es un verdadero manjar. En general, la cocina es castellana, enfocada en utilizar productos de primera y bien ejecutados, lo que se nota en cada bocado.
El servicio es otro punto a destacar. Aunque a veces se siente un pelín lento, eso es porque el lugar suele estar hasta arriba de gente. Pero, ¡vaya que vale la pena! Los camareros son amables y atentos, siempre pendientes de lo que necesites. En cuanto a los precios, son totalmente razonables para lo que ofrecen. Puedes esperar gastar entre 20 y 50 euros por persona, dependiendo de lo que pidas.
Y para quienes se preguntan ¿Qué tipo de comida ofrecen en La Parrilla de San Lorenzo?, la respuesta es clara: carne a la parrilla y al horno de leña, pero también tienen opciones variadas como lechazo asado, ensaladas frescas y deliciosos entrantes. Así que si estás pensando en un buen sitio en el corazón de Valladolid, este restaurante es, sin duda, una apuesta segura. ¡No te lo pienses más!
Qué es el lechazo de Castilla y León
Ya te conté lo que opinamos sobre La Parrilla de San Lorenzo en nuestra última visita, pero tenemos que profundizar un poco más. El ambiente es, sin duda, lo que más se destaca. La decoración, el espacio y la ubicación hacen que te sientas en un lugar especial. Sin embargo, cuando la comida no está a la altura, la experiencia se siente un poco agridulce. Recuerdo ese carpaccio de cecina y bacalao; no me pareció gran cosa, lo mismo que el revuelto de gambas y calabacín, que era un auténtico reto de masticar. Las patatas del chuletón eran tan amargas y pasadas que, sinceramente, me quedé con ganas de unas buenas patatas fritas de bar de carretera.
Hablando del chuletón, la carne estuvo poco hecha y, francamente, se notaba que la materia prima no era la mejor. Y esos pimientos, no quiero parecer quisquilloso, pero se notaba que estaban un poco viejos. A pesar de todo esto, la tarta de las monjas fue un gran acierto. Si al menos hubieran hecho el resto de la comida con el mimo que le pusieron a esa tarta, la velada habría sido otra cosa...
Por otro lado, cuando hablo de La Parrilla de San Lorenzo con mis amigos, siempre les animo a que hagan una reserva, especialmente para el lechazo asado. Ese plato es un must. La carne está realmente exquisita, y lo mismo con las chuletillas, que también hay que encargarlas, porque si no, puedes quedarte sin probarlas y eso sería un gran error. En resumen, a pesar de las decepciones culinarias, el sitio sigue siendo encantador y el servicio, muy profesional.
Ahora bien, hablando sobre el lechazo de Castilla y León, se trata de un cordero lechal que es realmente tierno y sabroso, criado en la región, y que se cocina asado al horno. Este plato es un símbolo de la gastronomía de aquí, de esos manjares que todo el mundo debería probar al menos una vez en la vida. Así que si decides visitar La Parrilla, ¡no olvides reservar tu lechazo!
Qué significa que el lechazo tiene el sello I.G.P
Y, de verdad, si no has estado aún en La Parrilla de San Lorenzo, necesitas apurarte a visitarlo. Desde el primer instante que cruzas la puerta, la sensación es simplemente mágica. Ya no solo es la calidad de la comida, que está brutal, sino que el entorno medieval y la decoración son perfectos para quedarse con la boca abierta. Al pasar por los diferentes comedores, sientes que te transportas a otra época, casi como si estuvieras en un museo pero con platos de comida impresionantes.
La atención de los camareros es otro puntazo a favor. Todos son súper amables y te hacen sentir como si fueras parte de la familia. Es un trato que no se ve tanto hoy en día, así que es un auténtico respiro volver a vivirlo. De verdad, ese tipo de hospitalidad me recuerda a los buenos tiempos de los 90 en la hostelería, donde uno se sentía bienvenido, agradecido de estar ahí. No sé tú, pero para mí, eso ya suma muchísimo a la experiencia.
Y hablemos de la comida, porque ¡madre mía!, es de otro mundo. El lechazo asado es, sin duda, el rey de la carta. Si te gusta la carne, no hay manera de que te resistas a su sabor. Se deshace en la boca y está perfectamente preparado. Y refresca tu paladar con algunos de los otros platos, como las almejas a la marinera o la tarta de las monjas. Cada bocado es un festín.
En cuanto a la calidad, es importante destacar que el lechazo que sirven aquí tiene el sello I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida). Esto significa que se trata de un producto autóctono de Castilla y León que cuenta con un control específico para asegurar su calidad y autenticidad. Así que sabes que lo que estás comiendo no solo es delicioso, sino que también proviene de una tradición culinaria rica y bien cuidada. Así que si quieres deslumbrar a tu pareja o simplemente disfrutar de un buen rato con amigos, este es tu lugar. ¡100% recomendable!
Cómo se prepara el lechazo en La Parrilla de San Lorenzo
Y en serio, La Parrilla de San Lorenzo es un sitio que no te puedes perder si estás por Valladolid. Desde el momento en que cruzas la puerta, el trato es exquisito. Te hacen sentir como en casa y eso es algo muy valioso. El ambiente es súper acogedor, con una decoración que parece sacada de otra época, lo que hace que la experiencia sea aún más especial. Te va a encantar ver cómo el personal está en todo momento pendiente de ti, siempre con una sonrisa y listo para recomendarte lo mejor.
Ahora, hablemos de la comida. Si vas, no puedes dejar de probar el revuelto castellano; es el entrante perfecto para empezar tu festín. Y si ya hablamos de platos imprescindibles, el lechazo es el rey de la casa. Se lo toman muy en serio, y la ejecución de este manjar es simplemente perfecta. También el chuletón a la parrilla no se queda atrás; es súper jugoso y tierno. De verdad, no te vayas sin probar la tarta de las monjas en el postre. Te la recomiendo al 100%, nos encantó y fue un buen consejo del personal. Y hablando de buenos consejos, echamos un vistazo a la carta de vinos y decidimos quedarnos con una botella de Malleolus, que siempre es un acierto.
Por cierto, esa vez celebramos el cumpleaños de mi marido y tuvieron el detalle de preparar el postre de forma especial para él, ¡qué bonito gesto! No sé tú, pero a mí esos pequeños detalles me hacen sentir como en casa. Eso sí, prepárate para dejarte caer un poco en el bolsillo, pero créeme, cada euro vale la pena: por unos 60-70 € por persona tienes una comida que vas a recordar. Es un lugar ideal para una cena con amigos o para celebraciones especiales; definitivamente, ¡volveremos!
Ahora, te estarás preguntando cómo se prepara el lechazo en La Parrilla de San Lorenzo. Aquí lo hacen siguiendo una técnica muy tradicional. Cocinan el lechazo a fuego lento, lo que permite que la carne se vuelva tierno y jugoso, con ese sabor inconfundible que solo se logra con una buena receta. ¡Es la forma de disfrutar de un auténtico lechazo asado! Así que ya sabes, si quieres mojarte los labios y disfrutar de un manjar, este es tu sitio.
Qué otros platos ofrecen además del lechazo
Y si tienes ganas de disfrutar de un buen rato con buena comida, La Parrilla de San Lorenzo es EL sitio. Te prometo que no te vas a arrepentir. Desde que pones un pie allí, ya sabes que el servicio es de 10, y el ambiente del antiguo convento es simplemente espectacular. Te sientes en medio de la historia, rodeado de frescos originales y una decoración medieval que solo puedes encontrar en este lugar. Es como comer en un cuento. Y ya sabes, el lechazo asado es su especialidad, y vaya que es bueno. ¡El mejor lechazo que he probado en mi vida, sin duda!
El menú es muy completo y va más allá del lechazo. Los entrantes ibéricos son un must, y si te gustan los riñones, ¡tienes que probar los que hacen a la brasa! También asegúrate de dejar un hueco para la tarta de las monjas. Es el postre estrella y está para chuparse los dedos. Aunque te confieso que el café puede ser un poco flojo, eso no quita nada de la experiencia general. Lo que sí no te puedes perder son los vinos, que complementan perfectamente cada plato.
Ahora, sobre el precio… claro, no es un sitio extremadamente barato, pero te aseguro que vale cada euro. Alrededor de 50-60 € por persona te llevas a casa una experiencia culinaria que te dejará impresionado. Así que, si decides ir, ¡no olvides hacer una reserva! En fin, si tienes la oportunidad de ir a Valladolid, no dudes en pasar por aquí. De verdad, un imperdible en la ciudad.
Son razonables los precios en La Parrilla de San Lorenzo
Y si hablamos del ambiente, ¡madre mía! La Parrilla de San Lorenzo es un lugar que te deja boquiabierto. Situado en un antiguo convento, tiene un aire único que combina la historia con un toque moderno. Te sientas entre frescos que te acompañan mientras te deleitas con los sabores de la comida. La iluminación y la decoración son simplemente geniales. Aunque, sí, es verdad que a veces la temperatura puede ser un poco fría, así que quizás lleva una chaquetita.
Ahora, hablemos de la comida porque, vamos, ¡eso es lo que nos trae aquí! El lechazo asado es de otro planeta, ¡no se puede dejar de probar! Y no olvides pedir la ensalada de la huerta que es fresca y deliciosa, o los torreznos si quieres algo crujiente. También escuché maravillas de la tarta de Las Monjas, que es un postre que hará que te levantes de la mesa con una sonrisa. Si eres amante del buen comer, este es el sitio ideal, y los platos recomendados hacen justicias a su fama.
Por cierto, el servicio es otro de los puntos fuertes, con un equipo muy amable y profesional que sabe responder a cualquier duda que tengas. Te hacen sentir como en casa, pero con un toque muy especial, casi como si fueras un rey en un palacio. Así que si piensas venir, asegúrate de reservar y de pedir el lechazo con antelación, ya que suele volar.
En cuanto a los precios, sí, pueden parecer un poco altos –alrededor de 50-60 € por persona si buscas algo sencillo, o más de 100 € si decides darte un festín completo– pero la calidad lo vale. ¡De verdad! La experiencia, el servicio, y la comida te hacen sentir que estás obteniendo más de lo que pagas. Así que la pregunta no es si son razonables los precios, sino si quieres disfrutar de una experiencia gastronómica que realmente vale la pena en Valladolid. ¡No te lo pierdas!
Qué opinan los clientes sobre La Parrilla de San Lorenzo
Te digo, si aún no has probado La Parrilla de San Lorenzo, tienes que darte prisa. Este sitio en C. de Pedro Niño 1 no solo es un lugar donde cenar, es toda una experiencia. Desde que entras, te recibe un ambiente acogedor y desenfadado, que te hace sentir como en casa. La decoración es un homenaje a las parrillas tradicionales, pero con un toque moderno que te hace querer quedarte a charlar más tiempo del que planeabas.
Los platos son otro nivel, en serio. Te recomiendo empezar con alguna de sus tapas caseras, que son perfectas para ir abriendo el apetito. El pulpo a la brasa es un must, y no olvides probar sus croquetas de jamón, que son tan cremosas que te harán pensar si realmente estás en el paraíso. Y ni se te ocurra irte sin probar uno de sus grandes cortes de carne; el chuletón se derrite en la boca y tiene un sabor que no olvidarás fácilmente.
Y ya hablando de bebidas, su selección de vinos es bastante completa. Te aseguro que encontrarás algo que combine a la perfección con tu cena. Un tinto de la tierra va de maravilla, y es un buen plan para compartir con amigos mientras charlan y ríen. El servicio es siempre atento, y los camareros son súper amables. Realmente se esfuerzan por hacer que tu visita sea inolvidable, y eso se siente.
Ahora, en cuanto a lo que dicen los clientes sobre La Parrilla de San Lorenzo, muchos recogen esa misma idea. Las reseñas destacan la calidad de la comida y lo ameno del servicio. La gente suele mencionar que es un lugar donde los sabores auténticos y la buena compañía se encuentran. Si buscas una razón para ir, aquí la tienes: ¡los clientes lo adoran! Así que, ¿qué esperas para hacer tu reserva y disfrutar de una buena noche con amigos?








