
Si estás buscando un lugar acogedor y lleno de encanto en tu próximo recorrido por el Camino de Santiago, La Pandela en C. Cam. de Santiago, 39, 24526 Las Herrerías, León es la parada ideal. Este encantador alojamiento, ubicado en un antiguo almacén de 1880, te recibe con instalaciones modernas como wifi gratis, TV de pantalla plana y hasta una terraza o balcón para que disfrutes de las vistas. Perfecto para peregrinos y turistas, este lugar ofrece una experiencia auténtica con su restaurante y bar, ideal para reponer fuerzas después de una larga jornada.
A solo unos pasos del famoso San Julián y a un breve trayecto de lugares históricos como Balboa y Ponferrada, tendrás mucho por explorar. Si te gusta el aire libre, puedes optar por practicar senderismo o incluso disfrutar de excursiones a caballo que hacen que tu visita sea aún más divertida. ¿Qué tal un baño privado después de un día de aventuras? En La Pandela encontrarás eso y más, con un ambiente amistoso que te hará sentir como en casa. ¡No te lo pierdas!
La Pandela
Mapa Ubicación La Pandela
Dónde se encuentra La Pandela
¡Hola, amigos! Si están buscando un lugar genial para cenar, ¡tienen que pasar por La Pandela! Nos fuimos un grupo de amigos a C. Cam. de Santiago, 39, 24526 Las Herrerías, León, y desde que entramos, nos conquistaron. La atención fue espectacular, gracias a un chico que nos atendió con un trato súper educado y atento. Y hablando del menú, ¡por solo 15€ tuvimos una cena increíble! El entrante estaba riquísimo y la carne de ternera, ¡ni se diga! Era tierna y llena de sabor. Y el postre… bueno, eso es otro nivel, ¡no se lo pueden perder!
El sitio es perfecto, tranquilo y adecuado para niños, así que si van en familia, no hay problema. Lo único es que el check-in es a las 14:30, un poquito tarde, pero la verdad, vale la pena esperar. Las habitaciones son súper cómodas y bonitas. Es un lugar ideal para relajarse después de un día explorando el camino de Santiago.
Si quieren disfrutar de una comida al aire libre, les recomiendo que se sienten en la terraza. Nosotros lo hicimos y fue de lujo. Además, Fidel y su mujer son unos anfitriones excepcionales que se preocupan mucho por la satisfacción de los comensales. ¡Hasta nos preparó un platillo para llevar al día siguiente!
Y si se están preguntando, ¿dónde se encuentra La Pandela? Bueno, está en C. Cam. de Santiago, 39, 24526 Las Herrerías, León. La ubicación es ideal, con buenas vistas y a un precio muy razonable. Así que, ¡no duden en visitar este lugar! Les prometo que no se van a arrepentir. ¡Nos vemos allí!
Cuál es la historia detrás del edificio de La Pandela
La verdad es que si estás buscando un lugar cómodo y acogedor para descansar, La Pandela es justo lo que necesitas. Te cuento que llamamos unos 15 minutos antes de llegar sin reserva, y aún así nos ofrecieron una habitación amplia, calentita y limpísima. De verdad que los colchones eran tan cómodos que me hizo cuestionar si realmente quería salir a explorar. Y el olor del hall, ¡no me lo puedo quitar de la cabeza! Era ese aroma que te hace sentir como en casa, ideal para quienes buscan un toque de calidez en sus viajes.
Pero espera, que la cena de esa noche fue otra cosa. Nos dijeron que servían hasta las 21:00 y, vaya, ¡cómo nos cuidaron! Por 28€ para dos personas, disfrutamos de un montón de platos deliciosos: Secreto, churrasco, patatas, lacón, pimientos, pan, bebida, cafés y un postre de limón y castañas que me dejó pidiendo más. De aquí, te aseguro, saldrás rodando pero feliz. Y al día siguiente, el desayuno no se quedó atrás. Por solo 8€ te ofrecen cuatro tostadas contundentes con jamón, queso y esos acompañantes que hacen que el café sepa aún mejor. Sin duda, tengo que volver y lo haré con más amigos.
Es genial ver cómo este lugar ha cuidado de los peregrinos. Un grupo de jóvenes con los que compartimos mesa no dejaba de hablar sobre lo bien que se sentían. El trato, comida y bebida han sido excelentes. Y es que Fidel y todo el equipo realmente se esfuerzan por ofrecer un servicio de primera. Te diré que no me importaría desviarme de mi ruta solo para disfrutar de su hospitalidad y ofrecer ese acompañamiento tan humano que siempre se siente necesario en el camino.
Para los que se preguntan por la historia de La Pandela, es fascinante pensar que este edifico tiene una rica herencia relacionada con los peregrinos que pasan. Se ha transformado para acomodar a viajeros que buscan un lugar seguro y acogedor mientras cruzan las tierras de León. Con habitaciones renovadas y bien decoradas, cada estancia es como un pequeño refugio después de un largo día en el camino, manteniendo ese aire de tradición que tanto nos gusta. Sin duda, este sitio es un tesoro para quienes desean recargar energías y disfrutar de lo mejor de la gastronomía local.
Qué instalaciones modernas ofrece La Pandela
Y ya que hablamos de La Pandela, no puedo dejar de mencionar lo acogedor que es. Me encanta que la habitación está completamente renovada, con un diseño espectacular que te hace sentir como en casa. La cama es super cómoda, perfectísima para descansar después de un día explorando los alrededores. Y el baño, ¡vaya tamaño! Es más grande de lo que esperas, lo que siempre se agradece. Si buscas tranquilidad, este es el lugar ideal para relajarte y recargar energías, especialmente después de una jornada agotadora.
Una opción perfecta para cenar también está en el bar-restaurante que tienen. El menú está a buen precio y la comida está riquísima; si no te quedaste a dormir, al menos deberías pasar a comer algo. Me encanta cómo ofrecen un menú bastante completo, lleno de sabor y con vinito de la tierra incluido, ¡por solo 10 euros! Las croquetas de cecina son un must, y, además, te dan pan de centeno que complementa perfecto la experiencia. No te sorprendas si terminan siendo tus favoritas.
El trato es otro punto destacado, ¡te sentirás como en casa! Fidel y María, los dueños, son excepcionales y se nota que cuidan mucho a su gente. La atención es de 10, y la comida es, sin duda, de las mejores que vas a probar por la zona, con cantidades abundantes que garantizan que no te quedas con hambre. Pasé una noche allí con mi pareja y, aunque el pueblo es pequeño, tiene un encanto que te atrapa y, la verdad, no se necesita mucho más para disfrutar de unas buenas vacaciones.
Si te preguntas sobre las instalaciones modernas que ofrece La Pandela, puedes estar tranquilo. El albergue está muy bien equipado, con todo lo necesario para una estancia cómoda. La habitación es moderna, con un estilo rústico que le da ese toque especial. Además, tienen una terraza con vistas a la naturaleza que es un lujo en sí misma. Y no te preocupes por las necesidades básicas: está limpio y bien mantenido, justo como se espera en un buen alojamiento. Así que ya sabes, ¡es un lugar que no querrás perderte!
Hay wifi gratuito disponible en La Pandela
Y ya que estamos hablando de la Pandela, no puedo dejar de mencionar lo bien que se siente estar ahí. La casa rural está reformada y nueva, con ocho habitaciones preciosas y comodísimas que garantizan un descanso reparador. Imagínate, después de un día explorando, llegar a un lugar así. El entorno trasero es un verdadero sueño; lo único que quieres es quedarte allí un rato más, disfrutando de la tranquilidad.
El comedor, que es un lugar muy acogedor y siempre calentito, también merece su buena mención. No te imaginas lo que es sentarse y disfrutar de una comida que te deja sin palabras. Por ejemplo, hemos picado unas croquetas de cecina que estaban de vicio, una tabla de quesos locales que te hace sentir en el paraíso, y para seguir con la fiesta, unos huevos fritos sensacionales. Y claro, no podían faltar los postres; ¡dime tú si hay algo más rico! Un vino del Bierzo estupendo acompañando toda esa comida deliciosa solo hace que la experiencia sea aún mejor. Además, el menú de domingo a 13 euros es una opción que no puedes dejar pasar; ¡todo abundante y sabroso!
Si te preocupa qué hacer si se te hace tarde, no hay drama. Cuando llamamos para reservar, el trato fue inmejorable. Nos ofrecieron un menú degustación súper rico y a precios muy ajustados. Si estás por los Ancares, esto es un imprescindible. La naturalidad y profesionalidad del equipo, con Fidel, María y Miriam a la cabeza, hacen que te sientas como en casa. ¡Ya estoy deseando volver!
Y en cuanto a la conectividad, sí, hay wifi gratuito disponible en La Pandela. Así que si quieres compartir tus momentos en las redes o buscar información sobre qué hacer por la zona, no hay problema. ¡Todo está pensado para que disfrutes al máximo de tu estancia!
El alojamiento cuenta con televisión
Ya te digo, La Pandela en C. Cam. de Santiago, 39, es un sitio con encanto que tienes que visitar. Imagínate llegar después de una larga jornada de caminar y encontrar un lugar nuevo, limpio y cómodo donde relajarte. No solo se trata de que sea un sitio chulo, sino que el trato de María y Fidel, los dueños, es sencillamente súper agradable. Además, el entorno es inmejorable, rodeado de naturaleza y tranquilidad. Es perfecto para hacer una desconexión de esos días en que solo quieres olvidar el estrés.
Si decides quedarte a cenar, puedes estar seguro de que estarán muy bien atendidos. Aunque hay que advertir que, si no eres de la zona, puede que no te pongan pincho al pedir un vino. Pero, la verdad, esto no debería ser un problema, porque el menú es más que tentador. Muchos visitantes destacan que han encontrado una calidad-precio espectacular. Y hablando de comer, el menú es sabroso y abundante, así que no dudes en pedir lo que más te apetezca. Los que lo han probado han coincidido en que es todo muy rico y a un buen precio.
Las habitaciones son un sueño. En este hotelito precioso, cada espacio está pensado para que te sientas a gusto. La decoración combina un estilo rústico y moderno, algo que han complementedado perfectamente con camas hiper confortables. Después de haber caminado 27 km del Camino, lo último que quieres es terminar en un lugar incómodo. Aquí no te preocupes por eso; cuentan con buenos colchones, mantas y un baño amplio con todas las amenidades. Definitivamente, es un lugar muy recomendable para pasar 1-2 días.
Por si fuera poco, el ambiente es tranquilo y el cuidado del lugar es evidente, pues la limpieza es impecable. En cuanto a lo de la televisión, no lo mencionan en las reseñas, así que es probable que la experiencia se centre más en la desconexión plena en un entorno maravilloso que en ponerte a ver la tele. Pero en estos lugares, lo que realmente importa es disfrutar del momento y de la buena compañía. ¡Así que ya sabes! Si has estado pensando en una escapada o pasar de paso, La Pandela es una opción que no te decepcionará.
Dispone La Pandela de terraza o balcón para los huéspedes
Después de un día de pedalear bajo la lluvia, llegar a La Pandela es casi como encontrarte con un oasis. Te lo digo, la amabilidad de la recepción es de esos detalles que marcan la diferencia. A pesar de que el lugar estaba lleno y todo el mundo parecía querer algo en ese momento, la chica que nos atendió fue súper rápida, nos hizo el check-in sin ningún problema y nos llevó a nuestra habitación como si fuéramos VIPs. Esa atención fue un gran alivio después de estar empapados.
Una vez dentro, ¡vaya habitación! Amplia, luminosa y con unas vistas al prado que te dejan sin aliento. Las camas son muy cómodas, así que después de un día duro en el camino, ¡no hay mejor manera de descansar! Y el baño, ni se diga, todo limpio y con productos que van de lujo. Además, tienen servicio de lavadora y secadora que es perfecto para los que vamos en plan peregrinos. Sin duda, un 10 en limpieza y comodidad.
Y no me olvido de la cena. ¡Madre mía! Aquí la comida es un punto a su favor. Tienen un menú variado y, lo mejor de todo, una relación calidad-precio que te deja satisfecho. Cuando llevas un niño contigo, como nosotros, se agradece que haya flexibilidad en las comidas y puedas pedir lo que quieras. Mis peques no paraban de comer y el personal siempre mostraba una actitud amable y comprensiva. Esos detalles marcan la diferencia, ¿no crees?
Sobre el tema de la terraza o los balcones, La Pandela no tiene terraza individual en las habitaciones, pero la zona es tan tranquila y acogedora que te invitan a pasar tiempo al aire libre. La buena noticia es que el lugar está rodeado de naturaleza, así que puedes disfrutar de esos paisajes sin problema. Totalmente recomendable para tomar un descanso y recargar energías antes de seguir con tu camino. ¡Volveré seguro!
Es La Pandela un lugar recomendado para peregrinos
Como te contaba, La Pandela es un lugar increíble para hacer una pausa, especialmente si estás en el camino de Santiago. Desde que llegas, la atención del personal es de cinco estrellas. Fidel y su equipo son súper cercanos y amables; parecerá que te reciben como a un amigo, con esas sonrisas que te hacen sentir en casa. La comida, bueno, es un capítulo aparte. La verdad, no hay forma de que puedas salir de allí sin probar la sopa o la tortilla de patatas, ¡son espectaculares! Y no olvides el vino de la casa, que acompaña a la perfección.
Cuando hablo de las habitaciones, es que realmente hay que resaltar que todo está nuevo y cuidado al detalle. Entrar y respirar ese olor a madera fresca es un subidón. Yo me alojé en una habitación simple y me encantó lo acogedora que era. Tenía un balcón con vistas a la pradera, donde hasta el sonido del río aporta un toque de tranquilidad que no se olvida. Las camas son muy cómodas, garantizando un buen descanso después de un día de caminata. El desayuno, con ese pan de Lugo, ¡uf! Valió completamente la pena.
Ahora, en cuanto a la ubicación, está genial. Puedes explorar León, Galicia, y hasta Portugal fácilmente, lo que lo convierte en una parada 100% recomendable para los peregrinos. Pero además de descansar, aquí se respira un aire de comunidad, como si todos compartiéramos el mismo objetivo. En definitiva, si haces el Camino, La Pandela debería ser una parada obligatoria. Hasta me da pena haber estado solo una noche, ¡pero esa es la excusa perfecta para volver! No se te olvide preguntarle a Fidel por recomendación de sitios bonitos; ¡te va a encantar!
Qué tipo de comida se puede encontrar en el restaurante de La Pandela
Así que, si estás haciendo el camino, La Pandela es una parada que no puedes perderte. No importa si tienes hambre a primera hora del día o si necesitas un lugar acogedor para cenar después de un día de caminatas, aquí hay opciones para desayunar, comer, merendar o cenar. Este matrimonio que lo lleva, simplemente son un amor, siempre con una sonrisa y con un trato que te hace sentir como en casa. Y lo mejor de todo, el sitio está limpio y cuidado, lo que siempre se agradece.
Y hablando de lo que te vas a encontrar, las habitaciones son una maravilla. Amplias, con terraza y vistas increíbles a la naturaleza. ¡Te prometo que no querrás marcharte! La cama es extra grande y súper cómoda, y para hacer la estancia aún más agradable, tienes una TV de 32 pulgadas para relajarte después de un día explorando. La atención es excelente; Fidel y su mujer realmente saben cómo hacerte sentir bien.
Recuerdo que fuimos un grupo de 4 parejas y el ambiente fue genial. Las habitaciones eran muy bonitas y limpias, así que te sientes a gusto desde el primer momento. Desde que llegamos, nos eligieron un menú sabroso que no podíamos dejar de alabar. Una vez incluso pedimos comida para llevar a un campamento, y ellos nos lo llevaron sin problema. El trato y la hospitalidad son realmente destacables, así que seguro que querrás volver.
Ah, y si te preguntas sobre la comida que ofrecen en el restaurante de La Pandela, la calidad es simplemente espectacular. Desde una tabla de embutidos de calidad excepcional hasta un delicioso secreto ibérico. Y, si te gusta el postre, no puedes dejar de probar las natillas, que están para chuparse los dedos. Ah, y no te olvides de pedir una sopa de trucha, que es impresionantemente buena. Así que, la verdad, aquí no solo comes bien, sino que te tratan como a un rey. ¡Es perfecto para quienes hacen el camino o simplemente quieren disfrutar de un buen rato!
A qué distancia está La Pandela de San Julián
Y ya que estamos en Las Herrerías, no puedo dejar de hablarte de La Pandela, el lugar ideal para hacer una parada. Este sitio encantador está en C. Cam. de Santiago, 39, y realmente tiene una vibra súper acogedora. La decoración es típica de la zona, con toques rústicos que te hacen sentir como en casa desde el primer momento. Si te gusta disfrutar de un ambiente cálido y amigable, este es el sitio perfecto.
Y no podemos olvidarnos de la comida, ¡madre mía! Tienen unas tapas que son simplemente irresistibles. Así que si eres fan de lo bueno, deberías probar su famoso pulpo a la gallega; no hay quien se resista. También ofrecen una buena selección de vinos locales, lo que hace que cada bocado sepa aún mejor. Puedes ir un día cualquiera a la hora del aperitivo y verás cómo se llena de gente local, lo que definitivamente le da un toque especial.
Por si fuera poco, el personal es increíblemente amable. Siempre están ahí para recomendarte lo mejor del menú, y eso se agradece un montón. La verdad es que te hacen sentir como si fueras parte de la familia. Así que, si decides caer por allí, asegúrate de charlar un poco con ellos; son los mejores.
Ah, y para que no te quedes con la duda, La Pandela está a solo unos 15 minutos en coche de San Julián. Así que si tienes un rato libre o planeas una escapada por la zona, no te lo pienses dos veces. ¡Vas a disfrutar cada momento!








