
Si estás buscando un lugar acogedor donde relajarte después de un largo día de caminata en el Camino de Santiago, no puedes dejar pasar la oportunidad de hospedarte en Casa Polín, en Herrerías de Valcarce. Este alojamiento privado es ideal tanto para peregrinos como para turistas, y su ubicación, justo antes de la exigente subida a O Cebreiro, lo convierte en un sitio estratégico. Aparte de su servicio impecable, disfrutarás de habitaciones limpísimas con las mejores vistas a un río y una zona ajardinada, perfectas para recargar energías.
La experiencia no se limita solo a dormir. En Casa Polín, también encontrarás un restaurante que destaca por su comida casera de calidad, preparada con los mejores ingredientes. Y si eres de los que no pueden desconectar del mundo, el wifi gratis está disponible en todo el alojamiento. Además, sus vistas a la montaña y la cercanía a lugares fascinantes como las Minas romanas de Las Médulas y el Castillo de Ponferrada hacen que este lugar sea aún más encantador. En definitiva, un lugar donde la calidez del ambiente familiar y el buen servicio se combinan a la perfección.
Casa Polin
Horarios Casa Polin
| Día | Hora |
|---|---|
| lunes | 9:00–17:00 |
| martes | 8:00–23:00 |
| miércoles | 8:00–23:00 |
| jueves | Cerrado |
| viernes | 8:00–23:00 |
| sábado | 8:00–23:00 |
| domingo | 8:00–23:00 |
El horario podría cambiar.
Mapa Ubicación Casa Polin
Dónde se encuentra Casa Polín
¡Hola, amigos! Si estáis planeando una escapada por el Camino de Santiago, no podéis dejar pasar la oportunidad de visitar Casa Polín. Este lugar se ha convertido en un referente en la zona, y la verdad es que no es para menos. La comida que sirven es sencillamente fenomenal, y si tenéis la suerte de probar el pulpo, ¡os aseguro que va a ser el mejor que hayáis comido! Y no os olvidéis del pollo, el estofado, y las truchillas. ¡Ah, y la tarta de queso! Tenéis que dejar un hueco para eso, porque está de chuparse los dedos.
El lugar tiene un entorno precioso, ideal para descansar después de una buena caminata. Yo llegué un poco cansado y, aunque la atención al principio no fue la mejor (alguien se me pasó sin ni mirar), al final el servicio se enderezó y el dueño me atendió con mucha amabilidad. Así que, a pesar de esos pequeños tropiezos iniciales, decidí quedarme a cenar y la comida fue un verdadero placer. La experiencia global es muy buena, y los precios son ajustados para lo que ofrecen.
Si estáis aquí, es porque probablemente os preguntéis: “¿Dónde se encuentra Casa Polín?” Pues está en Camino Real de Santiago, 6, 24526 Herrerías de Valcarce, León. La ubicación es perfecta, justo para hacer una última parada antes de O Cebreiro. Estoy seguro de que, si pasáis por allí, la hospitalidad y la comida os van a conquistar. Disfrutad de este rincón tan encantador y no olvidéis probar el café con tostadas que ponen en el desayuno. ¡Una delicia!
Qué tipo de alojamiento ofrece Casa Polín
¡Qué maravilla es Casa Polín! La verdad es que, si estás de paso en el Camino o simplemente necesitas un lugar donde descansar después de un largo día, este sitio está en el camino correcto. La relación calidad-precio es excelente, así que no te preocupes si tu bolsillo anda un poco justo. Además, la comida casera que ofrecen es un auténtico festín. No sé si llegaste cansado de un paseo o de una larga ruta en bici, pero créeme, nada como un buen plato de lacón o unos calamares para recargar energías. Bueno, lo del calamar quizás no fue la mejor experiencia, pero siempre hay un plato del día que sorprende, ¡eso es lo importante!
Y el servicio, ¡uf! Se nota que aquí saben cómo recibir a la gente. La persona que nos atendió fue super amable, incluso cuando nos esperamos un buen rato. Ni un mal gesto. Eso se agradece, sobre todo cuando llegas un poco cansado y solo quieres relajarte. Desde que descubrí Casa Polín, ni pienso volver a parar en La Portela. Este lugar tiene un ambiente más rural y tranquilo, perfecto para desconectar. Solo el sonido del río Valcarce de fondo ya te da esa calma que todos buscamos.
Ahora, hablemos de las habitaciones. Son tan cómodas, con todo lo necesario: baño completo, TV y unas vistas increíbles. Si tienes suerte, puedes ver el río desde la ventana. La cama es un sueño, super cómoda, y te aseguro que te despertarás rejuvenecido. La seguridad está garantizada, y se siente como un pequeño paraíso. Puedes dejar tu puerta abierta sin miedo. Eso es algo que agradeces cuando vienes de un entorno más caótico; aquí la tranquilidad es total.
Sobre el desayuno, es cierto que puede haber sido un poco elevado para lo que estás acostumbrado, pero si lo preguntas amablemente, seguro que pueden ajustarlo un poco. Pero, ¡eh!, en este lugar lo que cuenta es la experiencia, el ambiente acogedor y la tranquilidad que se respira. Así que, ¿qué tipo de alojamiento ofrece Casa Polín? Bien sencillo: un sitio acogedor y rural donde puedes descansar y disfrutar de la naturaleza, con un bueno servicio y buena comida. ¡Más no se puede pedir!
Es Casa Polín un lugar adecuado para peregrinos
Y, bueno, Casa Polin es un lugar que merece la pena mencionar si pasas cerca de Herrerías de Valcarce. Sí, ya sé que el pueblo es pequeñito y muchas veces no le prestan atención, pero el entorno es puro relax. El río que pasa justo detrás y la vegetación te envuelven en una tranquilidad total. Las habitaciones, aunque sencillas, son muy limpias y tienen todo lo que necesitas para sentirte cómodo después de un día largo en el camino.
Desayunar allí tiene su encanto. Imagina comenzar el día con unas tostadas con tomate y un buen café, mientras miras por la ventana y disfrutas de las vistas al verde que rodea el lugar. Eso sí, un pequeño detalle que podrían mejorar es que no hay carta visible dentro del bar. La única referencia es una pizarra en la entrada, así que, si tienes ganas de algo específico, tendrás que preguntar. Pero la comida vale la pena: de verdad que tienen platos abundantes y bien cocinados.
Y no se puede ignorar la atención de los dueños. Aunque algunas críticas mencionan una mala atención al peregrino, mi experiencia fue que son muy amables y te ayudan en lo que pueden. En un viaje en grupo o en pareja, creo que la ubicación privilegiada y el ambiente familiar hacen que valga la pena pasar la noche aquí. Así que, si buscas un lugar para descansar, disfrutar de buena comida y vistas espectaculares, Casa Polin es un sitio a considerar. Ahora bien, ¿es un lugar adecuado para peregrinos? Si toleras un par de fallos en el servicio, la buena comida, el ambiente acogedor y la tranquilidad del sitio lo hacen un alto en el camino que podría sorprenderte gratamente.
Cuál es la ubicación estratégica de Casa Polín en relación con O Cebreiro
Y bueno, si llegas a Casa Polin en Camino Real de Santiago, 6, 24526 Herrerías de Valcarce, León, prepárate para una experiencia que, aunque empieza con algún que otro tropiezo, puede volverse memorable. Te cuento que yo cometí el error de no aventurarme más en el pueblo. Al llegar y echar un vistazo al menú, se me hizo agua la boca. ¡Qué bien se veían las opciones! Pero ese fue sólo el comienzo; el menú no está disponible los fines de semana, así que si quieres disfrutar de la carta, asegúrate de hacerlo en otro día. Aunque me quedé con ganas, obtuve una ración de quesos de cabra que me hizo olvidar el pequeño desencanto. La mermelada de pimiento rojo asado que la acompañaba era, sin duda, el toque que lo salvó todo.
Nuestro viaje también fue marcado por un desvío de 20 km y 25 minutos solo para probar lo que decían que era comida de otro mundo. Pero, amiguetes, si vas a buscar la experiencia gastronómica que prometen, asegúrate de no ser demasiado ambicioso como yo. Las truchas y anguilas que pedí, aunque ricas, venían con unos acompañamientos que dejaban que desear; mientras que al comensal de al lado le servían un plato desbordante de patatas que se veía fenomenal. Ahí sí que me entró la envidia.
Eso sí, la habitación en Casa Polin. Wow. Espaciosa, limpia, y con una cama y almohada muy cómodas. Imagínate dormir con el suave arrullo del arroyo de fondo y levantarte para contemplar el cielo estrellado que te deja sin palabras. El lugar tiene su encanto y el trato es más que correcto, además de que los precios son bastante contenidos. Así que no todo fue un revés, y la experiencia vale la pena, aunque hay que tener un poco de paciencia y flexibilidad.
Ahora, si te preguntas acerca de su ubicación, Casa Polin está estratégicamente situada para aquellos que quieren visitar O Cebreiro. Queda a una distancia bastante accesible, ideal para quienes están recorriendo el Camino de Santiago y quieren hacer una pausa. Así que, si estás en esa ruta, ¡no dudes en hacer una parada! Te aseguro que, a pesar de los tropiezos, tendrás una buena historia para contar y un lugar donde descansar.
Qué tipo de vistas pueden disfrutarse desde las habitaciones de Casa Polín
Así que, la verdad es que Casa Polin en Camino Real de Santiago, 6, 24526 Herrerías de Valcarce, León ha sido todo un descubrimiento. Pasamos un fin de semana increíble, y ya te digo que las habitaciones son super limpias y tranquilas. Desde la nuestra, se podía escuchar el río suave por la noche; la verdad es que fue una experiencia espectacular para relajarse después de un día de caminata.
Y ni hablar del restaurante. La comida es casera de verdad; nos pusieron un caldo gallego que estaba para morirse, perfecto para reponer fuerzas. En la cena, nos deleitamos con pollo a la plancha y sopa de ajo, y claro, no podía faltar el chupito de arándanos y la crema de orujo para cerrar el día. El trato que recibimos fue de los que no olvidarás; los propietarios son un encanto y te hacen sentir como en casa desde el primer momento, lo cual siempre es un plus.
Este lugar se siente como un pequeño oasis en el camino. La amabilidad de los dueños es algo que destaca, y lo mejor es que, hasta nos hicieron un favor inmenso al llevarnos una mochila que habíamos dejado olvidada; ¡incluso hizo 25 km solo para entregárnosla! Eso es dedicación y atención al cliente en su máxima expresión, no hay duda.
Además, el menú diario es espectacular y el vino de la casa muy recomendable. Las vistas desde las habitaciones son un verdadero espectáculo; no solo verás la naturaleza que rodea el lugar, sino que también podrás disfrutar de la tranquilidad que aporta el entorno. Si te sientas junto a la ventana, te da esa sensación de que podrías quedarte ahí disfrutando del paisaje todo el día.
Así que si en algún momento se te presenta la oportunidad de quedarte aquí, no lo dudes. ¡Vamos, que hay que volver!
El alojamiento proporciona servicio de restaurante
Y hablando de Casa Polin, ¡qué maravilla de lugar! Este fin de semana nos alojamos ahí y la experiencia fue de lo más positiva, de verdad. La habitación que nos tocaron tenía vistas impresionantes a la montaña – un panorama que te hace sentir en paz con el mundo. Y no puedo dejar de mencionar la cama, ¡vaya colchón! Dormir ahí fue una auténtica gozada; la comodidad está a la orden del día y, después de un día de caminatas, se agradece un montón.
La tranquilidad del lugar es otro de esos puntos que se agradece muchísimo, sobre todo si tienes la subida a O Cebreiro a la vuelta de la esquina. En cuanto a la comida, ¡madre mía! Pedimos el menú del día y por 12 €, salió una comida que podrías disfrutar en cualquier restaurante de nivel. No solo estaba todo delicioso, sino que también hay buenas opciones de vino. Me sorprendió que me trajeran una botella entera en vez de una copa; eso sí que es atención al cliente. La tarta de queso casera, eso sí, es un capítulo aparte, ¡hay que probarla!
Claro, no todo es perfecto; ¿quién lo es? Cuando estuve yo, las camas eran un poco pequeñas. Mido 1.75 y eso me hizo sentir un pelín justo, pero lo compensa con creces la calidad del descanso que ofrece el lugar. Ya te digo que, si buscas un sitio para relajar y disfrutar del Bierzo, Casa Polin es el sitio. Aunque, un consejo: ¡no vayas el lunes! Nos pasó a nosotros, llegamos convencidos de que estarían abiertos y tuvimos que dar la vuelta. Pero, ¡hey!, hay que adaptarse.
Y para responder a tu duda: Sí, el alojamiento proporciona servicio de restaurante. Tienen un menú fin de semana que en serio vale cada euro. Así que ya sabes, si decides visitar, no te pierdas la oportunidad de probar esa comida casera de la zona. Te aseguro que querrás repetir. ¡Buen camino y buen provecho!
Qué tipo de comida se puede degustar en el restaurante de Casa Polín
La verdad es que Casa Polin es uno de esos sitios en los que te sientes como en casa desde el momento en que llegas. Aparte de que las habitaciones son limpias y acogedoras, es un lugar ideal para hacer una parada en el Camino hacia Santiago. Y hablemos de la comida, porque madre mía, ¡cómo se come ahí! El caldo gallego que te sirven es de esos que te abrigan el alma, perfecto para reponer fuerzas después de una larga etapa. Y si tienes la suerte de probar las truchas, te aseguro que no vas a querer compartir ni un bocado. Y ni hablar de la tarta de queso, que es simplemente de otro mundo.
Lo genial es que todo está hecho con productos de cercanía, así que no solo disfrutas de platos muy sabrosos, sino que también apoyas lo local. La limpieza y el trato del personal son sobresalientes; te hacen sentir bienvenido, como si estuvieras cenando en casa de un amigo. Puedes disfrutar de todo esto en un entorno tan tranquilo y hermoso, con vistas al río y a la montaña, que simplemente te quitan el aliento. Después de un día exigente en el Camino, no hay nada mejor que una ducha caliente y una cama cómoda en un lugar que realmente te cuida.
Y ya que estamos hablando de la comida, en el restaurante de Casa Polín puedes deleitarte con sabores caseros que son fáciles de amar. Entre lo que puedes degustar están platos sencillos como el caldo y los huevos con balcón, además de esos postres que saben a gloria. Todo por un precio más que razonable, en torno a 15€ por menú. Así que, si estás buscando un lugar para recargar energías antes de continuar tu aventura hacia O Cebreiro, este es el sitio perfecto para repetir. Sin duda, cada vez que pienso en mi experiencia allí, siento que debería planear una nueva visita.
Hay acceso a internet en Casa Polín
Ya te digo, Casa Polin es de esos lugares que te sorprenden de manera positiva. Las habitaciones son sencillas pero limpias, y la verdad es que para el precio que pagas, que son 36 euros la habitación doble, es una auténtica ganga. La televisión, eso sí, es más pequeña que un libro, pero, vamos, que si estás en el Camino de Santiago, probablemente no vayas a dedicar mucho tiempo a verla, ¿verdad? Además, la comida es otro de sus puntos fuertes. Tienen platos ricos con productos de la zona que le dan un sabor auténtico. Solo un consejo, si llegas a desayunar, trata de pedir algo caliente antes de las 8, porque ahí son un poco reacios a servir lo que no está en su menú habitual.
Por cierto, si lo tuyo es disfrutar de un buen desayuno, te va a encantar la comida casera que preparan aquí. Es increíble lo bien que saben hacer unas simples tostadas, pero te aseguro que el verdadero hit es la tarta de queso. O, si prefieres algo sabroso para el café, también tienen una tarta de café casera que está para chuparse los dedos. Y ni hablemos de las vistas; hay un riachuelo que suena como una cascada, y eso solo ya es un punto a favor para relajarse después de una caminata.
Toma nota también sobre el ambiente: es muy tranquilo y familiar, con un personal que te hace sentir como en casa. Eso sí, si te toca la habitación que da a la carretera, probablemente te despertarás con las conversaciones de la gente que se aglomera afuera hasta altas horas. Pero, hey, ¡si buscas un lugar donde desconectar rodeado de naturaleza, este es tu sitio!
Y ya que mencionamos los servicios, el acceso a Internet no parece ser uno de sus puntos fuertes. En la información que tengo, no mencionan wifi específico, así que podría ser un poco complicado si planeas trabajar o hacer algo que requiera conexión. Pero, ¿quién necesita internet en un lugar tan encantador? A veces es mejor desconectar y disfrutar de lo que realmente importa.
Casa Polín cuenta con áreas al aire libre, como jardines
Y hablando de Casa Polin, ¡qué lugar más chulo! Nos alojamos allí antes de subir a O Cebreiro y la verdad es que salimos con las pilas recargadas para la caminata. El entorno es una maravilla, lleno de naturaleza, súper silencioso, solo se oye el canto de los pájaros y el río fluyendo. Te juro que es el tipo de sitio que te hace desconectar de todo y simplemente disfrutar del momento.
La cena fue uno de los momentos más destacados. ¡Probamos sus exquisitas truchas y la cecina, que estaba de escándalo! Si eres de buen comer como nosotros, seguro que te sorprenderá la calidad de la materia prima que utilizan. Y, ¡ojo! No se te olvide que todo esto es a un precio muy económico. La relación calidad-precio es excelente, y la amabilidad del personal hace que quieras volver una y otra vez.
Y si tienes niños, no te preocupes, porque son súper cariñosos con ellos. Nos sentimos muy bienvenidos desde el primer momento. Además, las habitaciones están siempre muy limpias y no te faltará nada. ¡Nos encantaría volver!
Por cierto, para responder a la pregunta que muchos se hacen: Casa Polin no solo es un buen lugar para dormir y comer, también cuenta con áreas al aire libre, como jardines donde puedes relajarte y disfrutar del aire fresco. Es el tipo de lugar perfecto para descansar después de un día de aventura. Sin duda, lo recomendamos muy, pero que muy encarecidamente.








